mayo 31, 2023
Deporte

Los enchufes en el fútbol

Más de quinientos mil jóvenes practican fútbol federadamente en España. Entre tantos jugadores en edad de formación, hasta los diecinueve años, es muy difícil que no aparezca un Messi o un Cristiano Ronaldo. Pero, al fútbol de élite llegan muy pocos con tanto talento. ¿Se trabaja mal la cantera en España o en los equipos priman las cualidades no futbolísticas?

Desde Cruyff a Míchel, pasando por muchos otros, bastantes entrenadores han tenido bajo sus órdenes a sus hijos. Jordi Cruyff, hijo de Johan, tuvo que abandonar el F.C. Barcelona tras el despido de su padre como entrenador, ya que era el único valedor de su estancia en el equipo de la Ciudad Condal. No se puede decir que Jordi no tuviese cualidades para ser futbolista, pero sí que mostraba carencias para serlo en uno de los clubes más punteros de Europa.

Como el caso de los Cruyff, existen miles dentro del mundo del fútbol. Algunos son más llamativos que otros, pero la mayoría se ve a simple vista. Y es que, ¿qué hay más bonito que ver triunfar a la familia? Eso es lo que debió pensar Enríque Ortíz, máximo accionista del Hércules C.F. y suegro de Javier Portillo. El contrato de éste último con el club alicantino fue rescindido, después de que el equipo descendiera, debido a su alta ficha. Pero, como la familia debe estar unida, al comienzo de la presente temporada futbolística el señor Ortíz decidió reunir de nuevo a toda la familia en Alicante, con un suculento contrato para su yerno. Portillo saltó a la fama en el Real Madrid por su facilidad para conseguir convertir goles en el último minuto, y durante toda su carrera ha formado en equipos de toda la geografía española, por lo que su capacidad para el fútbol es indudable. Pero, esta situación hace preguntarse: ¿jugaría en el Hércules si no tuviera un familiar?

Por la familia se hace lo que sea necesario. Si no, que le pregunten al mítico Diego Armando Maradona. El argentino llegó a aceptar jugar un amistoso con la camiseta del Granada C.F. para conseguir que su hermano Lalo firmara por el equipo andaluz. El gran Lalo consiguió su contrato con el equipo rojiblanco y los aficionados granadinos recuerdan que lo único que tenía en común con su hermano Diego era el apellido. Lalo no pudo triunfar en España, pero continuó su andadura en la “prestigiosa” liga de Canadá.

Pero, hay ocasiones en las que tener a un familiar con un puesto de responsabilidad te puede pasar una mala factura. Que le pregunten a Adrián González, jugador del Zaragoza e hijo de José Miguel González ‘Míchel’.  El retoño del ídolo madridista no vivió una gran experiencia cuando estuvo a las órdenes de su padre como jugador del Getafe C.F. Adrián tuvo que hacer frente a muchas críticas, únicamente fundamentadas en el hecho de que era familia del entrenador, ya que el nivel que mostró en el equipo madrileño fue más que aceptable. A las críticas se llegó a sumar hasta el mismísimo presidente del club azulón, Ángel Torres, que al final de temporada decidió rescindirle el contrato.

Pero, si en un universo tan mediatizado como el del fútbol profesional se realizan estas prácticas, ¿qué no se hará en las categorías inferiores? Los niños desde pequeños maman de la teta del fútbol y desean con ansia entrar a formar parte de un equipo. Pero lo que encuentran, a veces, no es del agrado de nadie.

Ésta es la situación que vivió Alonso Martín Acuña, un niño de diez años que, con una carta al diario As, contó al mundo lo que a él le parecía una injusticia. Este benjamín del Rayo Majadahonda vio cómo le cerraban las puertas del equipo de fútbol once después de haber jugado toda la temporada anterior en el equipo de fútbol siete. El pase al fútbol grande no pudo ser ya que había llegado un chaval nuevo al equipo, según parece hijo de un entrenador, al que habían dado el puesto de Alonso, sin haber probado a ninguno de los dos.

Todo esto puede parecer una tontería, pero en ningún caso lo es. Este hecho es un duro palo anímico para un joven de tan solo diez años. Pero, además, puede haber cortado la carrera de una futura estrella. Y esto se ve en cualquier equipo de barrio. En las gradas de estos clubes ya se toman con humor estas situaciones. Y es que no existe otra forma de aguantar viendo cómo se producen tantas injusticias. Jóvenes promesas son condenadas al ostracismo por ocupar la misma demarcación que el ojito derecho del entrenador o de la directiva.

Esto es lo que encontramos en el día a día del fútbol base español. Las cualidades técnicas, físicas y mentales son suplidas por las cualidades genealógicas o sociales. Jóvenes, cada año, se dan por vencidos en sus sueños de alcanzar la cima del fútbol, tras ver que su esfuerzo jamás se verá recompensado por personas que priman otros aspectos. Si esto sigue así, quizás estos jóvenes vean por televisión cómo otras selecciones levantan esos títulos.

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